domingo, 21 de septiembre de 2014

Siglo XVIII: La Ilustración



EL SIGLO XVIII: LA ILUSTRACIÓN
La Ilustración es el movimiento cultural que define el siglo XVIII; con ella empieza la verdadera Edad Moderna. Los tres principios básicos de la Ilustración son la tolerancia, confianza en la razón y el sentimiento de humanidad. TOLERANCIA que nos lleva a respetar la fe del prójimo, puesto que queda más allá de cualquier principio de razón. Confianza en la RAZÓN, es decir, en la capacidad del hombre para resolver todo mediante el estudio y el razonamiento; los ilustrados pretenden imponer la razón frente a la fe y acabar con la ignorancia, el fanatismo y las supersticiones (de ahí la denominación de “Ilustración” y “Siglo de las Luces” dada al siglo XVIII). Y como la razón se ha dado a todos, todos tenemos el mismo valor, la misma DIGNIDAD HUMANA: toda persona, en cuanto ser humano y dotado de razón, posee derechos que nadie puede ni debe arrebatarle (Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789).
El NEOCLASICISMO será el movimiento artístico y literario donde se expresen las ideas ilustradas. Las ideas de la Ilustración se difundieron a partir de 1700, primero en Inglaterra y, luego, en Francia, en donde se publicó la ENCICLOPEDIA, dirigida por Diderot y D´ Alembert, que recogió el saber de entonces basándose únicamente en principios racionalistas. En España coincide con la instauración de la dinastía de los Borbones (Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV).
El ENSAYO se configura como tal en el siglo XVIII y, sobre todo, en el Romanticismo con el desarrollo del periodismo. Son textos en prosa, de extensión variable en los que el autor expresa sus ideas y valoraciones sobre los más variados temas; su forma discursiva es la exposición y la argumentación. El ensayo es el género predilecto para la divulgación de los principios de la Ilustración. En el XVIII adopta diversas formas: cartas, memorias, informes, libros de viajes...
FEIJOO (1680-1768). El padre Feijoo con sus textos pretendía educar al pueblo. Escribió “Teatro crítico universal” y “Cartas eruditas y curiosas”. Arremete contra las supersticiones y las opiniones infundadas; y postula la razón y la experiencia como bases de la ciencia.
CADALSO (1741-1782).- Escribió “Cartas marruecas” obra en la que tres personajes (dos marroquíes –Gazel y Ben-Beley- y un nativo -Nuño) se cartean y permiten al autor mostrar la realidad española desde análisis crítico.
Otra obra suya es “Noches lúgubres”: diálogo en que el protagonista, enloquecido por la muerte de su amada, intenta desenterrar su.
JOVELLANOS (1744-1811).- Sus ensayos tienen como destinatarios a los grupos dirigentes y no al pueblo. Escribió “Informe en el expediente de la ley agraria”, sobre el atraso del campo la concentración de la propiedad en manos de los nobles y de la Iglesia; “Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas”, donde defiende la existencia de diversiones para el pueblo;
También fue autor de dramas sentimentales como El delincuente honrado.
TEATRO: en la 1ª mitad de siglo acentúa los rasgos del siglo anterior, barroquismo del lenguaje y búsqueda del efectismo escenográfico. A partir del Neoclasicismo en las obras teatrales va a predominar la intención didáctica. L a obra tiene que servir para propagar ideas reformistas y educar a los espectadores. Las principales normas que deben cumplir las obras son: Respetar la regla de las 3 unidades (acción, espacio y tiempo). Ofrecer un argumento verosímil: acontecimientos inventados pero que podían haber ocurrido en la realidad. Mantener el decoro en los personajes, que deben actuar de acuerdo con su condición social. Atenerse claramente a un género y no mezclar tragedia con comedia.
El dramaturgo más importante es Leandro Fernández de Moratín (1760-1828) cuya producción está formada exclusivamente por comedias. Sus obras tienen clara intención didáctica y moral y responden previamente al código neoclásico. Los temas que desarrolló en ellos son dos: la libertad de elección en el matrimonio, la igualdad de los cónyuges, tanto en posición social como en edad. Este es el tema que desarrolló en El viejo y la niña y El sí de las niñas. En La comedia nueva o el café satiriza el teatro contemporáneo caracterizado por el exceso del tono melodramático.
El madrileño Ramón de la Cruz representa la línea tradicional del teatro. Sus sainetes recogen el costumbrismo y el sabor popular del Madrid de la época.
En la POESÍA podemos distinguir tres grandes tendencias:
a) Poesía rococó o posbarroca en la que predomina el refinamiento y cuyos temas dominantes son, además de la naturaleza, el amor y belleza femenina, pero en un marco de fiestas y con un fondo de paisajes delicados y artificiosos.
b) Poesía ilustrada o neoclásica que triunfará en la segunda mitad del XVIII, y en la que podemos distinguir: 1.- poesía filosófica y utilitaria que busca sobre todo educar e ilustrar. Los temas son la exaltación de las bellas artes, las novedades científicas, las ideas de reforma social, la ponderación de la amistad, los ideales de virtud y fraternidad, desprecio de la guerra, odio a los tiranos y condena de la tortura, rechazo de la ociosidad y la ignorancia, fe en el progreso mediante la educación. Ejemplos serían la poesía de Nicolás Fernández Moratín y José Cadalso.
2.- Poesía sensual cuya composición característica es la anacreóntica, de metro corto y estrofas breves, de tono festivo y alegre, que exalta el amor y los goces sensuales; su máximo representante fue Meléndez Valdés.
c) Poesía prerromántica
Plasmada en poemas amorosos, de exaltación de la naturaleza, etc. Es el caso de Nicasio Álvarez Cienfuegos y Manuel José Quintana.

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