DEBERES FIN DE SEMANA
“VUELVA USTED MAÑANA”
Mariano José de Larra
(…) “Un francés llega a España para reclamar ciertos derechos
familiares y examinar la posibilidad de invertir.
Acostumbrado a la actividad en que viven nuestros vecinos, me
aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si
no encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital. Pareciome el
extranjero digno de alguna consideración, trabé presto amistad con él, y lleno
de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes,
siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse. Admirole
la proposición, y fue preciso explicarme más claro.
-Mirad -le dije-, monsieur Sans-Délai -que así se llamaba-;
vos venís decidido a pasar quince días, y a solventar en ellos vuestros
asuntos.
-Ciertamente -me contestó-. Quince días, y es mucho. Mañana
por la mañana buscamos un genealogista para mis asuntos de familia; por la
tarde revuelve sus libros, busca mis ascendientes, y por la noche ya sé quién
soy. En cuanto a mis reclamaciones, pasado mañana las presento fundadas en los
datos que aquél me dé, legalizadas en debida forma; y como será una cosa clara y
de justicia innegable (pues sólo en este caso haré valer mis derechos), al
tercer día se juzga el caso y soy dueño de lo mío. En cuanto a mis
especulaciones, en que pienso invertir mis caudales, al cuarto día ya habré
presentado mis proposiciones. Serán buenas o malas, y admitidas o desechadas en
el acto, y son cinco días; en el sexto, séptimo y octavo, veo lo que hay que
ver en Madrid; descanso el noveno; el décimo tomo mi asiento en la diligencia,
si no me conviene estar más tiempo aquí, y me vuelvo a mi casa; aún me sobran
de los quince cinco días. (…)
-Permitidme, monsieur Sans-délai -le dije entre socarrón y
formal-, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince
meses de estancia en Madrid.
- ¿Cómo?
-Dentro de quince meses estáis aquí todavía.
- ¿Os burláis?
- No, por cierto.
- ¿No me podré marchar cuando quiera? ¡Cierto que la idea es
graciosa!
-Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador.
- ¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han
adquirido la costumbre de hablar mal siempre de su país por hacerse superiores
a sus compatriotas. (…)
- Vuelva usted mañana -nos respondió la criada-, porque el
señor no se ha levantado todavía.
- Vuelva usted mañana -nos dijo al siguiente día-, porque el
amo acaba de salir.
- Vuelva usted mañana -nos respondió al otro-, porque el amo
está durmiendo la siesta.
- Vuelva usted mañana -nos respondió el lunes siguiente-,
porque hoy ha ido a los toros.
- ¿Qué día, a qué hora se ve a un español? Vímosle por fin, y
«Vuelva usted mañana -nos dijo-, porque se me ha olvidado. Vuelva usted mañana,
porque no está en limpio».
A los quince días ya estuvo; pero mi amigo le había pedido
una noticia del apellido Díez, y él había entendido Díaz, y la noticia no
servía.”
ACTIVIDADES:
1- Resume el contenido del texto en unas 5 líneas.
2- Además de la pereza, ¿qué otra costumbre española critica Larra? Justifica tu respuesta con alguna palabra o expresión del texto
3- Explica la expresión "vuelva usted mañana" que se repite a lo largo del texto.
4- Larra pretende transmitir cierta desesperación, ¿cómo?, ¿crees que lo consigue?
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