martes, 26 de mayo de 2015
El Español de América
Llamamos
“español de América” a la variedad del español que se habla en América latina.
Esta variedad la habla un 90% de los individuos que hablan español. Un caso
especial es de los habitantes de algunas zonas de América del Norte
(California, Nuevo México, Arizona, Tejas). Los habitantes de estas zonas
hablan una variedad de español que mezclan con el inglés. Se trata del
spanglish.
CARACTERÍSTICAS
Algunos de
los rasgos del español de América coinciden con los rasgos que hemos estudiado
del español meridional:
- Seseo. Pronunciación de s en vez de z.
- Yeísmo. La ll y
la y se pronuncian igual.
- Confusión de r
y l: mi arma (por mi alma)
- Aspiración de H inicial.
- Aspiración o casi desaparición de -s en posición final o implosiva de sílaba.
Esto obliga a abrir la vocal anterior para distinguir el singular del
plural: ‘ loh niñoh’ (plural).
- Además de estos
rasgos fónicos, todos hemos apreciado la entonación muy melódica de los hablantes
hispanoamericanos, así como otros rasgos llamativos. Por ejemplo la
abundante utilización del diminutivo. Muchas veces se trata de diminutivos
de un adverbio, como ahorita mismo.
- En algunas zonas de
Hispanoamérica se emplea el voseo. Consiste en utilizar el
pronombre vos en vez del pronombre tú. La conjugación del verbo también
varía. No hay que confundir este fenómeno, con el empleo habitual de
ustedes en vez de vosotros. No es, por lo tanto, un tratamiento de
cortesía, sino es un empleo habitual.
- El vocabulario es otro de los rasgos más
llamativos, ya que, estos hablantes emplean un léxico que, a veces
desconocemos (a pesar de hablar todos la misma lengua). Por ejemplo la cuadra (la manzana), la chompita (el jersey), manejar (conducir)…
EL ESPAÑOL EN EL MUNDO
El judeo-español
El
judeo-español o sefardí es un dialecto del castellano que conservan los
descendientes de los judíos que fueron expulsados de la península Ibérica en
1492. Estas personas han mantenido un español muy arcaico (del siglo XV) y lo
han preservado de posibles influencias. Hoy en día lo conocen y lo hablan pocas
personas (algunas comunidades de Argentina, Grecia, Turquía, Bulgaria e
Israel). El sefardí ha quedado reducido a una lengua hablada y su literatura se
escribe en caracteres hebreos.
El español en Filipinas
Filipinas
perteneció a la corona española en tiempos de Felipe II. Muchos países ansiaban
dominar este archipiélago. Finalmente, fueron conquistados por los americanos y
en la actualidad se habla inglés en Filipinas. El inglés y español) son
cooficiales junto con el tagalo, idioma de las islas.
Otras comunidades de habla española
También
encontramos vestigios del español en Marruecos (Tetuán y Tánger), así como en
Guinea Ecuatorial, debido a la presencia de españoles en estas tierras.
Recordemos que Marruecos fue un protectorado español y Guinea ecuatorial una
colonia española.
3– DIFUSIÓN DEL ESPAÑOL EN EL MUNDO
La lengua
española goza de gran difusión y expansión en muchos países. (Estados Unidos,
Brasil, algunos países de Asia Oriental). Se he convertido en una lengua con
muchísimos hablantes (más de 400 millones de hablantes). El Instituto Cervantes
(organismo creado para la difusión del español) constata el interés de los
estudiantes, por dominar esta lengua y aprenderla como segundo idioma.
El
organismo que vela por el buen uso del idioma, ya desde el siglo XVIII, es la RAE (Real Academia de la Lengua ).
En la
actualidad, el idioma español está determinado por las nuevas tecnologías. La
rapidez que conlleva utilizar las redes sociales, hace que varíe la utilización
del idioma: El principal peligro es el uso descuidado de la forma, así como la
economía lingüística; rasgos ambos, que muchas veces implican errores
gramaticales, a los que no concedemos importancia.
2ª LECTURA
LA SEGUNDA LECTURA DE ESTA EVALUACIÓN ES UNA SELECCIÓN DE TEXTOS DE LA LITERATURA DE POSGUERRA: NOVELA Y POESÍA.
viernes, 22 de mayo de 2015
LITERATURA HISPANOAMERICANA
Novela y poesía hispanoamericana: teoría y práctica
http://recursostic.educacion.es
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miércoles, 20 de mayo de 2015
martes, 19 de mayo de 2015
Literatura de posguerra
Novela a partir de los años 40
Novela posterior al 36
Poesía posterior a la Guerra Civil
Poesía posterior al 36
Teatro posterior a la Guerra Civil
Al igual que la poesía y la novela, el teatro también se vio afectado por las consecuencias de la Guerra Civil (1936-1939). Una vez acabada la contienda, comenzaron a representarse obras de muy baja calidad, que, sin embargo, eran aplaudidas por un público entusiasta. Además de la representación de nuevas obras teatrales, condicionadas en gran medida por la censura y basadas, en su mayoría, en la exaltación ideológica, se retomaron las obras clásicas de la literatura española, fundamentalmente las pertenecientes al Siglo de Oro y se adaptaron obras traducidas de autores extranjeros. Con todo, el teatro que siguió a la Guerra Civil fue, en general, de una calidad ínfima, y se encontró condicionado por las duras condiciones socioeconómicas en que se desarrolló.Años 40: TEATRO COMERCIAL
En los años 40, la escena española estaba dominada por un teatro “nacional” al servicio de la dictadura. Es un teatro evasivo, en el que dominan la comedia burguesa y el teatro de humor.
La comedia burguesa
Fue una evolución de la alta comedia, que cumplió la función de entretener al público y de educar mediante el elogio de la virtud. Se caracteriza por su perfecta construcción y por su intrascendencia. Entre otros, sobresale el tema del amor, empleado para exaltar la familia, el matrimonio y el hogar, con fines moralizadores: El testamento de la mariposa (1941), de José María Pemán.
El teatro de humor
Surge en torno a un grupo de humoristas de la revista "La Codorniz", fundada por Mihura, en 1941.
Los representantes más destacados de este género, alejado de la realidad inmediata, fueron Enrique Jardiel Poncela (que ya había iniciado esta corriente antes de la guerra civil), y Miguel Mihura, autores que presentan facetas que se han considerado precedentes del teatro del absurdo, al menos por la introducción de un humor disparatado y poético: Consideran que el humor en el teatro es un instrumento para dar una visión crítica de la sociedad y que debe expresarse por medio de situaciones inverosímiles, gags y diálogos absurdos de los personajes.
La producción de Enrique Jardiel Poncela se caracteriza por la incorporación de lo inverosímil, con ingredientes de locura y misterios. Los personajes pertenecen a la burguesía y aparece con frecuencia el esquema criado/amo y representan una sociedad, cuyos objetivos son el amor y el dinero. En los diálogos se entremezclan el humor verbal y el de situación: Eloísa está debajo de un almendro (1940).
Mihura siguió publicando nuevos títulos que continuaron con el humor, pero ya a un nivel mucho menos mordaz y crítico: Maribel y la extraña familia (1959).
Años 50: EL TEATRO DE PROTESTA Y DENUNCIA
Durante los años cincuenta y parte de los sesenta se desarrolla en España un tipo de teatro que trata de reflejar la realidad social tal y como esta se presenta cotidianamente, con una clara finalidad de denuncia. Se trata de un teatro comprometido que prescinde de fantasías e idealizaciones y denuncia las duras condiciones de trabajo, la deshumanización de la burocracia, la situación de los obreros, las injusticias sociales...; es decir, se convierte en el altavoz de las clases humildes y en el defensor de la dignidad vital. Este teatro tiene problemas con la censura, ya que el régimen de Franco no tolera las críticas. Además, el público conservador, habituado a autores como Jardiel Poncela, Mihura o Pemán, no admite novedades; por lo que se desarrolla en clara inferioridad de condiciones frente al teatro comercial de carácter cómico.
Esta corriente se inicia en 1949, con el estreno de Historia de una escalera, de Buero Vallejo, y continúa con otros autores, como Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte) y Lauro Olmo (La camisa).
En Buero Vallejo se pueden distinguir tres etapas:
Años 60 y 70: EL TEATRO EXPERIMENTAL
Los nuevos autores consideran acabado el realismo social y buscan nuevas propuestas que se caracterizan por su oposición estética a los “realistas”, aunque en bastantes ocasiones las obras tampoco están exentas de crítica social. Muchas de estas obras no encontraron facilidades para ser representadas por problemas con la censura o porque sus audacias formales no encontraron fácil eco en el público. Es el teatro vanguardista, que tiene como finalidad la renovación del género dramático y cuyas características más importantes son las siguientes:
Este teatro experimental comienza a andar en España gracias a la creación de una gran cantidad de grupos independientes de teatro, alejados de los circuitos comerciales, como los catalanes “Els Joglars”, “Els Comediants”, “La Fura dels Baus” o “Tricicle”; los madrileños “Los Galiardos”, “Tábano”, “Ditirambo” o “TEI" (Teatro Experimental Independiente)”.
Dos autores españoles, además de los grupos teatrales mencionados, destacan por su labor renovadora desde los años sesenta: Francisco Nieva y Fernando Arrabal (Pic-nic), fundador del grupo "Pánico" (del griego “pan”, todo).
EL TEATRO DESDE LOS AÑOS 80
Hoy el teatro en España es un género literario a cuya vitalidad han contribuido determinadas circunstancias:
• Algunos autores que, como José Sanchís Sinisterra con ¡Ay Carmela! o José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro, han tenido grandes éxitos de crítica y público.
• El surgimiento de Centros Dramáticos Nacionales, en diversas autonomías, especialmente en Madrid y Barcelona.
• Las producciones colectivas de grupos como los ya mencionados, que hacen un teatro provocador y rupturista que atrae a las generaciones más jóvenes.
• La aparición de talleres de teatro que contribuyen a la formación de actores y directores.
Entre los autores más jóvenes podemos destacar a: Paloma Pedrero (Besos de Lobo, 1991), Juan Mayorga (Cartas de amor a Stalin, 1998) o Ignacio Amestoy (Cierra bien la puerta, 2002, Premio Nacional de Teatro en ese año).
Novela posterior al 36
Poesía posterior a la Guerra Civil
Poesía posterior al 36
Teatro posterior a la Guerra Civil
Al igual que la poesía y la novela, el teatro también se vio afectado por las consecuencias de la Guerra Civil (1936-1939). Una vez acabada la contienda, comenzaron a representarse obras de muy baja calidad, que, sin embargo, eran aplaudidas por un público entusiasta. Además de la representación de nuevas obras teatrales, condicionadas en gran medida por la censura y basadas, en su mayoría, en la exaltación ideológica, se retomaron las obras clásicas de la literatura española, fundamentalmente las pertenecientes al Siglo de Oro y se adaptaron obras traducidas de autores extranjeros. Con todo, el teatro que siguió a la Guerra Civil fue, en general, de una calidad ínfima, y se encontró condicionado por las duras condiciones socioeconómicas en que se desarrolló.Años 40: TEATRO COMERCIAL
En los años 40, la escena española estaba dominada por un teatro “nacional” al servicio de la dictadura. Es un teatro evasivo, en el que dominan la comedia burguesa y el teatro de humor.
La comedia burguesa
Fue una evolución de la alta comedia, que cumplió la función de entretener al público y de educar mediante el elogio de la virtud. Se caracteriza por su perfecta construcción y por su intrascendencia. Entre otros, sobresale el tema del amor, empleado para exaltar la familia, el matrimonio y el hogar, con fines moralizadores: El testamento de la mariposa (1941), de José María Pemán.
El teatro de humor
Surge en torno a un grupo de humoristas de la revista "La Codorniz", fundada por Mihura, en 1941.
Los representantes más destacados de este género, alejado de la realidad inmediata, fueron Enrique Jardiel Poncela (que ya había iniciado esta corriente antes de la guerra civil), y Miguel Mihura, autores que presentan facetas que se han considerado precedentes del teatro del absurdo, al menos por la introducción de un humor disparatado y poético: Consideran que el humor en el teatro es un instrumento para dar una visión crítica de la sociedad y que debe expresarse por medio de situaciones inverosímiles, gags y diálogos absurdos de los personajes.
La producción de Enrique Jardiel Poncela se caracteriza por la incorporación de lo inverosímil, con ingredientes de locura y misterios. Los personajes pertenecen a la burguesía y aparece con frecuencia el esquema criado/amo y representan una sociedad, cuyos objetivos son el amor y el dinero. En los diálogos se entremezclan el humor verbal y el de situación: Eloísa está debajo de un almendro (1940).
- Teatro renovador: Miguel Mihura
Mihura siguió publicando nuevos títulos que continuaron con el humor, pero ya a un nivel mucho menos mordaz y crítico: Maribel y la extraña familia (1959).
Años 50: EL TEATRO DE PROTESTA Y DENUNCIA
Durante los años cincuenta y parte de los sesenta se desarrolla en España un tipo de teatro que trata de reflejar la realidad social tal y como esta se presenta cotidianamente, con una clara finalidad de denuncia. Se trata de un teatro comprometido que prescinde de fantasías e idealizaciones y denuncia las duras condiciones de trabajo, la deshumanización de la burocracia, la situación de los obreros, las injusticias sociales...; es decir, se convierte en el altavoz de las clases humildes y en el defensor de la dignidad vital. Este teatro tiene problemas con la censura, ya que el régimen de Franco no tolera las críticas. Además, el público conservador, habituado a autores como Jardiel Poncela, Mihura o Pemán, no admite novedades; por lo que se desarrolla en clara inferioridad de condiciones frente al teatro comercial de carácter cómico.
Esta corriente se inicia en 1949, con el estreno de Historia de una escalera, de Buero Vallejo, y continúa con otros autores, como Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte) y Lauro Olmo (La camisa).
En Buero Vallejo se pueden distinguir tres etapas:
- Etapa existencial (reflexión sobre la condición humana): En Historia de una escalera (1949), los protagonistas son cuatro jóvenes, vecinos en el último piso de una vieja casa: Urbano, obrero de una fábrica; Fernando, dependiente de una papelería, Carmina y Elvira. La obra refleja un mundo gris en el que las frustraciones se repiten de generación en generación, tanto por el peso de la sociedad como por la debilidad personal. En 1950 escribe En la ardiente oscuridad, obra que plantea la lucha por la verdad y la libertad.
- Teatro social (denuncia de injusticias que atañen a la sociedad): Para evitar la censura, escribe dramas históricos, a través de los cuales analiza el presente: Un soñador para un pueblo (1958), dedicada a Antonio Machado; El concierto de San Ovidio (1962), en donde denuncia la explotación de un grupo de ciegos en el París de los años previos a la Revolución francesa; El tragaluz (1967), obra en la que utiliza recursos escénicos novedosos (escenarios múltiples, saltos en el tiempo o efectos de luminotecnia).
- Etapa de innovaciones: Aumentan los experimentos escénicos y los contenidos políticos:La fundación.
Años 60 y 70: EL TEATRO EXPERIMENTAL
Los nuevos autores consideran acabado el realismo social y buscan nuevas propuestas que se caracterizan por su oposición estética a los “realistas”, aunque en bastantes ocasiones las obras tampoco están exentas de crítica social. Muchas de estas obras no encontraron facilidades para ser representadas por problemas con la censura o porque sus audacias formales no encontraron fácil eco en el público. Es el teatro vanguardista, que tiene como finalidad la renovación del género dramático y cuyas características más importantes son las siguientes:
- Los autores persiguen la creación de un espectáculo total, en el que el argumento pasa a un segundo plano para ceder su lugar a los efectos sonoros, de luces, a la expresión corporal, proyecciones en grandes pantallas, etc.
- Se incluyen técnicas propias de otros espectáculos, como el circo, el teatro de marionetas, el cabaret, los desfiles...
- La comunicación no verbal es tan importante o más que la verbal.
- El punto de vista realista del teatro social desaparece en favor de un teatro simbólico, alejado de la realidad, aunque sin olvidar la protesta y la denuncia: los símbolos y parábolas se refieren a la dura realidad de los años finales del régimen de Franco
- Desaparece la disposición tradicional del teatro, que ahora se suele desarrollar en polideportivos, plazas de toros, plazas públicas, la calle, con la idea de que el espectáculo se mezcle con los espectadores, y que éstos sean un elemento más gracias a su colaboración.
- Estos nuevos grupos de teatro basan sus propuestas en corrientes dramáticas experimentales extranjeras, representadas por autores como Samuel Beckett, Eugène Ionesco, Antonin Artaud o Bertolt Brecht, así como algunos autores españoles considerados renovadores, como Ramón del Valle-Inclán (1866-1936), Federico García Lorca (1898-1936) o las primeras obras de Miguel Mihura (1905-1977).
Este teatro experimental comienza a andar en España gracias a la creación de una gran cantidad de grupos independientes de teatro, alejados de los circuitos comerciales, como los catalanes “Els Joglars”, “Els Comediants”, “La Fura dels Baus” o “Tricicle”; los madrileños “Los Galiardos”, “Tábano”, “Ditirambo” o “TEI" (Teatro Experimental Independiente)”.
Dos autores españoles, además de los grupos teatrales mencionados, destacan por su labor renovadora desde los años sesenta: Francisco Nieva y Fernando Arrabal (Pic-nic), fundador del grupo "Pánico" (del griego “pan”, todo).
EL TEATRO DESDE LOS AÑOS 80
Hoy el teatro en España es un género literario a cuya vitalidad han contribuido determinadas circunstancias:
• Algunos autores que, como José Sanchís Sinisterra con ¡Ay Carmela! o José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro, han tenido grandes éxitos de crítica y público.
• El surgimiento de Centros Dramáticos Nacionales, en diversas autonomías, especialmente en Madrid y Barcelona.
• Las producciones colectivas de grupos como los ya mencionados, que hacen un teatro provocador y rupturista que atrae a las generaciones más jóvenes.
• La aparición de talleres de teatro que contribuyen a la formación de actores y directores.
Entre los autores más jóvenes podemos destacar a: Paloma Pedrero (Besos de Lobo, 1991), Juan Mayorga (Cartas de amor a Stalin, 1998) o Ignacio Amestoy (Cierra bien la puerta, 2002, Premio Nacional de Teatro en ese año).
La crítica teatral
Crítica teatral
La obra de teatro es un mensaje complejo, en el que se combinan diversos códigos: el oral, el gestual, el visual...por tanto, a la hora de juzgarla, debemos tener en cuenta todos estos factores. Para realizar una crítica conviene que valoréis al menos los siguientes aspectos:
- El tema.
- La acción o argumento, cuya estructura puede ser la tradicional (planteamiento, nudo y desenlace) u otra. Aquí podéis comentar si existe o no tensión dramática, es decir, si la obra crea una intriga que consiga mantener el interés del espectador.
- El uso del diálogo o del monólogo. Conviene que os planteéis si el lenguaje utilizado por cada personaje es el adecuado a sus circunstancias y a su personalidad.
- La interpretación.
- La puesta en escena (iluminación, escenografía, vestuario, decorado, música...). Os detendréis más en los aspectos más llamativos o relevantes.
Aquí tienes un ejemplo de una crítica teatral de La lluvia amarilla, una adaptación de una novela de Julio Llamazares:
La lluvia amarilla, novela que inspira este espectáculo, se nutre del humus de los relatos populares contados al amor de la lumbre: es igual de sencilla. . Julio Llamazares, su autor, hace la crónica del abandono de un pueblo del Pirineo aragonés y del enloquecimiento progresivo del pastor Andrés de Casa Sosas, su último habitante.
En la adaptación escénica de José Ramón Fernández, condensada y fiel, el peso del relato en primera persona cae sobre Chema de Miguel, su intérprete único, que hace una composición física excelente del protagonista solitario. Emilio del Valle, el director, le ha marcado que permanezca durante todo el espectáculo sin pestañear, con los ojos desorbitados, cosa que el actor hace muy bien, pero sin modular su actitud permanentemente enfebrecida: es idéntica de principio a fin, lo mismo cuando relata las cosas más prosaicas que cuando ve aparecer un fantasma.
Igual que Llamazares pone un vocabulario culto en boca de un pastor, Del Valle hubiera podido diseñar una puesta en escena menos naturalista, para que el drama pase mejor. Lo intenta con unos intermedios musicales en vivo de Francisco Lumbreras, que suavizan la interpretación de Miguel, una octava más baja de lo que en él sería natural. Aunque Casa Sosas nos hable desde su último día de vida y cuanto diga esté coloreado por su locura, en ciertos momentos se le podría haber marcado un registro llano o puramente narrativo, para crear contrastes. La escenografía de Francisco Ramírez es sencilla, poética y evocadora.
martes, 12 de mayo de 2015
Subordinadas Adverbiales Impropias
Subordinadas adverbiales causales: Son las que expresan una causa por la que sucede lo dicho en la oración principal.
NEXOS
Porque, a causa de, puesto que, ya que, con motivo de.
Subordinadas Adverbiales consecutivas no intensivas: Son las que expresan una consecuencia de lo dicho en la oración principal.
NEXOS
Con que, luego, puesto que, por consiguiente, así que, en consecuencia, de manera que, por lo tanto, de modo que.
Subordinadas Adverbiales concesivas: Son las que presentan una opción (casi siempre negativa o hipotética) que impide que lo dicho en la oración principal se modifique.
NEXOS
Aunque, por más que, a pesar de que, aún cuando.
Subordinadas Adverbiales Condicionales: Son las que presentan una opción, realizable o hipotética, que condiciona lo dicho en la oración principal y puede o podría, modificarla.
NEXOS
Si, como, a condición de que, a no ser que, siempre que, con tal (de) que.
Subordinadas Adverbiales Finales: Son las subordinadas que expresan la finalidad de la oración principal.
NEXOS
Para que, a fin de que, con objeto de que, con vista a que, para.
NEXOS
Porque, a causa de, puesto que, ya que, con motivo de.
Subordinadas Adverbiales consecutivas no intensivas: Son las que expresan una consecuencia de lo dicho en la oración principal.
NEXOS
Con que, luego, puesto que, por consiguiente, así que, en consecuencia, de manera que, por lo tanto, de modo que.
Subordinadas Adverbiales concesivas: Son las que presentan una opción (casi siempre negativa o hipotética) que impide que lo dicho en la oración principal se modifique.
NEXOS
Aunque, por más que, a pesar de que, aún cuando.
Subordinadas Adverbiales Condicionales: Son las que presentan una opción, realizable o hipotética, que condiciona lo dicho en la oración principal y puede o podría, modificarla.
NEXOS
Si, como, a condición de que, a no ser que, siempre que, con tal (de) que.
Subordinadas Adverbiales Finales: Son las subordinadas que expresan la finalidad de la oración principal.
NEXOS
Para que, a fin de que, con objeto de que, con vista a que, para.
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